EL BUS DEL FUTURO CHINO
China prepara la implantación del autobús del futuro. El, hasta ahora, prototipo se proyecta como un nuevo vehículo cuya altura es de unos 4,25 metros e incluye un hueco en su interior que permite el tránsito de coches y evitan las conglomeraciones.
Dado los grandes problemas de tráfico que sufren las grandes ciudades, donde se mezclan los conductores particulares con este tipo de transporte público, el país asiático ha decidido buscar una solución.
El 3-D Fast Bus puede transportar hasta 1.200 pasajeros, si se juntan unos cuatro módulos, y circula gracias a sus 'brazos' que se sitúan a los lados de la calzada, bien siguiendo unos carriles especiales o bien mediante unas ruedas. Su velocidad rondaría los 40 km/h.
El autobús utiliza una combinación de rayos láser y ultrasonido para alertar a los demás de su presencia, y dejar saber a los conductores cuando se están acercando demasiado.
Se mueve con energía eléctrica, y en parte por energía solar, y cuenta con un conjunto de baterías que se recargan en cada estación.
Cada vehículo se espera que cueste alrededor de unos 3 millones de euros.
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